Autoestima saludable
Ms. Rosy A. Mancilla Moraza / Preschool Academic Coordinator
En ocasiones, es fácil notar cuándo los niños parecen sentirse bien consigo mismos y cuándo no. Normalmente, describimos esta idea de sentirse bien con uno mismo como “autoestima.”
La autoestima determina la manera que tenemos de actuar, de qué forma nos presentamos ante el mundo y cómo nos valoramos. ¿Por qué es importante desarrollar y aumentar la autoestima de nuestros hijos?
Los niños con una adecuada autoestima en la infancia tienen una actitud positiva , se sienten orgullosos de lo que pueden ser capaces de hacer, tienen confianza para probar cosas nuevas, pueden ser capaces de aceptar sus errores e incluso volver a intentarlo si fracasan, conocen cuáles son sus puntos débiles y sus puntos fuertes consiguiendo desarrollar lo mejor de ellos mismos. En definitiva, la autoestima implica respetarse y quererse. Los niños con una buena autoestima, tienen mejor desempeño a nivel escolar, familiar, personal y social.
¿Cómo se puede fomentar la autoestima en la infancia de nuestros hijos?
- Los padres debemos cuidar nuestra autoestima. Es importante ser un ejemplo, fomentar nuestro autocuidado y practicar lo que queremos enseñar a nuestros hijos. Debemos buscar un equilibrio entre lo que pensamos, sentimos, hacemos y decimos, para transmitir un modelo positivo y cercano a nuestro hijo.
- Es importante cuidar nuestro lenguaje no verbal (miradas, gestos), ya que transmiten mucha información, incluso en ocasiones, comunicamos más que con el lenguaje verbal.
- Aceptar a nuestro hijo tal como es, con sus puntos débiles y fuertes. Sin exigirles que sean perfectos. Esta aceptación le brindará seguridad y confianza para cambiar aquello que desee de él mismo.
- Ofrecer amor incondicional. Debemos demostrar nuestro cariño al niño por como es, no por lo que dice, hace, o por el modo en como se comporta.
- Es importante que le tratemos con respeto y cariño, vigilando nuestra forma de tratarle. Hay que intentar evitar etiquetas negativas, ya que crean la expectativa de cómo se van a comportar y no les ayuda.
- Intentar ayudarle para que consiga aprender a realizar cosas nuevas por sí mismo. Para enseñarles podemos mostrarles el modo de hacerlo dejando que poco a poco lo intenten por sí mismos, incluso dejando que se equivoquen.
- No sobreprotegerlo, ya que la sobreprotección crea en el niño sensación de inseguridad e incapacidad. Confiar en sus posibilidades, dándole responsabilidades, autonomía y ayudándole a que se sienta capaz.
- Debemos validar lo que siente, para que se sienta comprendido y ayudarle de esta manera a poder identificar y manejar las emociones. Con ello también conseguimos ayudarle a que desarrolle empatía, al ser capaz de comprender lo que le hace sentir mal.
- Dile mensajes positivos que le ayuden a confiar en él/ella (“ creo que eres capaz de hacerlo”, “confío en ti y estoy convencido/a que lo vas a intentar”), y mejore su autoestima.
- Los padres no debemos negar lo que siente nuestro hijo o quitar importancia a sus problemas o reprimir sus emociones.
- Brindale un espacio donde pueda hablarte y se sienta escuchado por ti.
- Elogia a tu hijo; centrándose en las cosas que hace positivas, pero siempre sin sobrevaloradas y sin exagerar los halagos.
Todos estos puntos nos pueden ayudar a mejorar la educación emocional y respetuosa de nuestros hijos.
“Tu eres la única persona que piensa en tu mente. Eres el poder y la autoridad en tu mundo.”
Louis Hay