¿Qué he aprendido a decirme?
Lic. Girasol García Tamez / Upper Elementary & Jr. High Councelor
Como seres humanos vamos aprendiendo a través de nuestras experiencias e influyen factores motivacionales, familiares, educativos, culturales y sociales en nuestro desenvolvimiento. Estas experiencias y nuestra interacción con el entorno desarrollan ciertas creencias acerca de nosotros mismos, de los demás y del mundo, creando nuestro lenguaje interno, es decir, nuestra autocharla, estamos siempre pensando y dialogando con nosotros mismos y la pregunta clave sería “¿Qué he aprendido a decirme?”
La interpretación y significado que le damos a las situaciones son las que nos hacen sentir de una manera determinada y lo que nos impulsa a actuar; por ello se vuelve importante cuestionarnos y prestar más atención a lo que pensamos.
¿Cómo puedo saber si algunos de los pensamientos me impulsan o me limitan?
Existen pensamientos que nos ayudan a conseguir nuestros objetivos y otros que producen emociones intensas y que nos impiden encontrar soluciones.
El detectar nuestros tipos de pensamientos nos ayudará a estar más consciente de lo que nos decimos y buscar pensamientos alternativos al encontrar aspectos limitantes, esto no significa mantener un lenguaje positivo todo el tiempo, sino mantenerlos más acercados a la realidad:
“Soy incapaz” –
“No pierdo nada con intentarlo”
“No se va a solucionar el problema” –
“No puedo saber lo que todavía no ha ocurrido”
“¿Y sí me equivoco?” –
“El equivocarme no significa fracasar, es aprendizaje y lo puedo volver a intentar”
Recordemos que esto nos ayuda a seguir reconstruyendo nuestras creencias e impactará en nuestras emociones y la manera en que actuamos, además, tiene beneficios como el aumento de expectativas de la vida, menor riesgo de rasgos depresivos, bienestar emocional y físico, regulación emocional, reduce los niveles de estrés, entre otras.
Constantemente los niños y los adolescentes nos observan y van aprendiendo de nosotros, impulsémoslos a través de nuestro ejemplo y ayudémoslos a encontrar constantes pensamientos que los impulsen día con día.