Salud Ancestral, ¿qué es y por qué debería de interesarnos?
Mr. Héctor Jesús Orozco Montemayor
Nuestra sociedad se encuentra en un constante cambio a un ritmo acelerado: clases virtuales, autos híbridos -algunos inclusive con conducción automática-, desarrollo tecnológico y biomédico que nunca nos imaginamos llegaríamos a tener acceso, entre muchos otros avances que vamos incorporando en nuestro vivir. Sin embargo, no es noticia nueva que a la par, los integrantes de esa misma sociedad en progreso, nosotros, cada año presentan una salud en declive.
Un estudio publicado en 2020 en el Journal of American Medical Association muestra cómo el síndrome metabólico (SM) está a la alza en Estados Unidos, y el resto del mundo no es la excepción. Las mujeres con una prevalencia del 36.6%, los adultos en un rango de edades de 20 a 39 años con 21.3% y la población hispanohablante con una prevalencia de hasta 40.4%. Cabe mencionar que los datos no consideran la realidad durante y después de la pandemia, puesto que el estudio se realizó previo al 2020.
Estos números nos muestran un síntoma, un malestar que está presente en nuestra sociedad moderna de la cual formamos parte.
El síndrome metabólico es una condición silenciosa, que se hace presente a través de distintos indicadores que tratamos de manera aislada, hace referencia a un conjunto de síntomas o padecimientos de una persona que son ocasionados por sus hábitos. La definición más aceptada nos dice que una persona padece de síndrome metabólico si presenta al menos tres de los siguientes indicadores:
- Obesidad (índice de masa corporal de 30 o mayor o circunferencia abdominal de más de 100 cm en hombres y 85 cm en mujeres).
- Triglicéridos en sangre con valores arriba de 150 mg/dL
- HDL por debajo de 40 mg/dL en hombres y 50 mg/dL en mujeres.
- Presión arterial elevada (hipertensión)
- Niveles de azúcar en sangre elevados (resistencia a la insulina/prediabetes)
Si bien cada uno de estos indicadores puede ocasionar complicaciones de salud por su parte, una combinación de varios de éstos (o todos, como ocurre en numerosos individuos) es el detonante para complicar nuestra salud gravemente.
Las enfermedades crónicas son cada vez más comunes, pero esto no significa que sea normal.
El panorama de salud al cual nos enfrentamos en la actualidad es resultado de los hábitos que hemos adoptado en nuestro contexto moderno. Esto no ha ocurrido en un periodo de tiempo corto, ni hablamos de uno o diez años, esto es producto de décadas de repetir patrones anormales de conducta para el cuerpo humano.
Los humanos, el Homo sapiens, es una especie que existe desde hace 300,000 años aproximadamente; la primera Coca-Cola se vendió en el año 1886, hace 136 años. Aproximadamente 8 generaciones han pasado desde que el Homo sapiens tuvo su primer contacto con una bebida de este tipo. Si comparamos esta experiencia con el uso del fuego para cocinar alimentos, este data desde hace más de 100,000 años. Por lo tanto, la respuesta fisiológica que presenta un humano al consumir una bebida carbonatada con saborizantes artificiales a un alimento ancestral como lo es la carne animal, es sumamente distinta. Este es el principio de la Salud Ancestral, que es ampliamente explicado por la Epigenética.
“Que la medicina sea tu alimento y el alimento, tu medicina.” – Hipócrates, padre de la Medicina.
Todos los seres humanos tenemos un parentesco genético del 99.9%, es decir, una variación minúscula en nuestro ADN es más que suficiente para darnos la gran diversidad de individuos que podemos observar a nuestro alrededor; sin embargo, esta gran similitud implica que los mecanismos fisiológicos de una persona no varían en gran medida de los de otra. Aquí es donde la Epigenética nos ayuda a comprender que no son los genes los responsables de la mayoría de las enfermedades, sino el ambiente y los hábitos a los cuales nos exponemos. Ya que, una persona que se expone a una alimentación saludable, a un descanso profundo, a una actividad física o movimiento diario tendrá menores posibilidades de manifestar alguna condición médica si lo contrastamos con una persona que lleva una alimentación en su mayoría de productos procesados inflamatorios, una vida sedentaria, sin periodos de descanso y con estrés constante. El 99.9% de los genes entre ambos individuos es el mismo, pero está en el estímulo que le demos a ese código genético la respuesta que se manifestará en nuestros cuerpos.
Basta con hacer una pausa en nuestras vidas para analizar las indicaciones que le estamos dando a nuestros genes. Una mirada al plato que tiene nuestra comida del día es suficiente para darnos cuenta de la información que le proporcionamos a nuestro organismo. Al analizar nuestros niveles de energía y fatiga durante el día podemos intuir si nuestros genes están expresando salud o enfermedad para nosotros. Ellos cuentan con las instrucciones, nosotros somos quienes damos las órdenes de qué hacer a través de nuestros hábitos.
En un mundo altamente globalizado, con ritmos de vida que nos impiden disfrutar de nuestros tiempos libres, siempre pensando en el mañana y recordando el ayer, nos resulta sumamente complicado hacer estas pausas para establecer parámetros que nos permitan gozar de nuestros cuerpos y nuestra salud para así disfrutar nuestras vidas. Es por esto que la Salud Ancestral nos invita a descubrir nuestro bienestar a través de 5 pilares, devolviendo esos hábitos y estímulos que nuestro cuerpo necesita para expresar salud en su máximo esplendor.
Alimentación
No existe una dieta específica para las personas, esto va a depender de la región biocultural donde habitan, tolerancias e intolerancias a ciertos alimentos, preferencias en sabor, etc. Sin embargo, sí existen alimentos que se consideran evolutivamente consistentes, es decir, alimentos a los cuales el Homo sapiens se ha expuesto por miles de años. No hace falta complicarnos buscando listados de interminables alimentos aptos para nosotros, con analizar el origen del alimento es más que suficiente. Comparemos por ejemplo un paquete de galletas con una pechuga de pollo, entendemos que las galletas llevan un proceso de producción y que tiene un gran número de ingredientes que forman parte de su preparación, desde azúcar refinado (que fue previamente procesado por su cuenta), hasta saborizantes, texturizantes y colorantes. Por otro lado, el único ingrediente que encontraremos en una pechuga de pollo es la pechuga misma. Esta es la diferencia entre un producto ultra procesado y un alimento real. La Salud Ancestral promueve el consumo de alimentos reales tanto de origen animal, como vegetal.
Movimiento
Entiéndase por movimiento, cualquier tipo de actividad que implique el movimiento del cuerpo humano, desde caminar, bailar, nadar, escalar, hasta hacer ejercicio en un gimnasio, sesiones de yoga, artes marciales, paseos en bicicleta, etc. El humano está diseñado para moverse, de una u otra manera nuestros cuerpos están adaptados para realizar actividad física de infinitas maneras. El movimiento en nuestras vidas no tiene que verse necesariamente como sesiones de entrenamiento intensas o practicar un deporte, hay quienes no cuentan con el tiempo necesario para realizarlo aunque quisieran, así como habrá quienes prefieran la bicicleta a la escalada. El movimiento no discrimina, sea cual sea nuestra preferencia, la incorporación del movimiento a nuestras vidas nos brindará grandes beneficios.
Descanso
Nuestro organismo realiza labores de reparación celular y recuperación durante los descansos, esto comprende el sueño profundo y periodos de relajación. El estilo de vida moderno está saturado de estimulantes que nos privan de tomar tiempos de reposo. La mensajería instantánea nos tiene comunicados al alcance de nuestros bolsillos y nos resulta tan gratificante estar en contacto con nuestros seres queridos. Lo mismo ocurre con el trabajo, más en estos tiempos donde nuestras recámaras o salas del hogar se han convertido en oficinas que nos mantienen ocupados. El descanso es imprescindible, una persona que no tiene reposo efectivo tendrá un rendimiento considerablemente menor que aquella que si lo tiene. Establecer límites para parar con nuestras rutinas y actividades es una llave maestra que nos dará acceso a una salud plena.
Gestión del estrés
El estrés es considerado el “asesino silencioso”, puesto que no vemos las consecuencias en nuestra salud hasta que han pasado períodos de tiempo prolongados bajo un estrés constante. El estrés no es algo “malo”, es consecuencia de la alza del cortisol, una hormona que es secretada en nuestro sistema para mantenernos alerta y a la defensiva de una situación que nos puede poner en peligro. La cuestión es que hemos normalizado una rutina y un estilo de vida lleno de situaciones que nos generan estrés, propiciando que nuestro organismo tenga un desbalance hormonal constante. El tiempo de esparcimiento, la convivencia con seres queridos y el juego son de vital importancia para que nuestros genes puedan expresar la salud que buscamos, por lo tanto, gestionemos nuestro estrés de maneras que sean atractivas y disfrutables por nosotros mismos.
Disciplina
La disciplina es el mayor acto de amor propio que uno puede realizar. La disciplina se refiere a un conjunto de valores y principios que a través de su repetición constante nos llevan a un objetivo determinado. Este pilar tiene la misma importancia que los otros cuatro. La repetición constante de patrones anormales para nuestro organismo es lo que genera los padecimientos y complicaciones médicas. A través del abuso constante de productos ultraprocesados, una vida sedentaria, estrés y descansos interrumpidos o no efectivos es que nos encontramos ante este escenario de salud. Por lo tanto, la repetición de estos principios de Salud Ancestral nos ayudarán a regresar a un estado de salud plena e integral, que no solo integra la salud física, sino la mental, emocional y por qué no, espiritual. Comprender que los procesos llevan tiempo nos ayudará a tener la visión en la cima, y si bien uno puede llegar a cometer errores, la constancia de nuestros hábitos será la que determine las últimas consecuencias.
Los tiempos en los que nos encontramos actualmente son turbulentos y confusos, tenemos acceso a una cantidad casi infinita de información y entre tantas recomendaciones de salud que circulan en esta red de información tan extensa puede resultar muy complicado establecer una base para trabajar sobre ella. La gran ventaja de adoptar un sistema de Salud Ancestral es que se remonta a los pilares fundamentales de nuestra salud como especie, con un respaldo evolutivo y genético y no basado en intereses comerciales o cambiantes debido a las modas del momento.
Referencias:
Shmerling, R. H. 2020. Metabolic syndrome is on the rise: What it is and why it matters. Staying Healthy, Harvard Health Publishing: https://www.health.harvard.edu/blog/metabolic-syndrome-is-on-the-rise-what-it-is-and-why-it-matters-2020071720621
Hirode, G. y Wong, R. J. 2020. Trends in the Prevalence of Metabolic Syndrome in the United States, 2011-2016. JAMA. 323(24):2526-2528. DOI: 10.1001/jama.2020.4501
Grundy, S. M., Cleeman, J.I., Daniels, S.R. et al. 2005. Diagnosis and management of the metabolic syndrome: an American Heart Association/National Heart, Lung, and Blood Institute Scientific Statement. Circulation. 112(17):2735-52. DOI: 10.1161/CIRCULATIONAHA.105.169404.
Kresser, C. 2019. Ancestral Health. What is it and how can it help You.
